Adicción a la comida: Un experto nos habla sobre un problema cada vez más común

Si alguna vez te has preguntado… ¿A qué se debe mi apetito feroz? ¿Por qué me levanto a las 3am en busca de comida? ¿Es normal que de la nada decida comerme todo el refrigerador? Es posible que tengas una relación tóxica con la comida.

Así como lo lees… por esa razón, platicamos con Marcelo Acsebrud especialista en el tratamiento de las adicciones, especialmente en la de la comida.

Acsebrud se ha orientado en específico a tratar a pacientes con obesidad y para hacerlo, tiene un método fundamentado en estrategias terapéuticas multidisciplinarias abordadas desde la medicina clínica, la clínica nutricional, la psicología, el life coaching y el coaching ontológico, la programación neurolinguística (PNL), y la deportología.

¿Qué es la adicción a la comida?

La adicción a la comida es un problema cada vez más grave a nivel global.

Marcelo nos explicó que aunque no se puede autodiagnosticar este tipo de adicción, (debe ser diagnosticada por un profesional) hay algunos indicadores que nos muestran que podríamos tener un problema con la comida.

Estos incluyen:

  • Aumento progresivo de peso
  • Imposibilidad de ejercer autocontrol
  • No poder parar de comer
  • Hacer atracones durante el día o en a noche
  • Comer a escondidas
  • Invisibilizar el problema

«El deterioro no solo es a nivel físico… hoy muchos hablan con livianidad sobre la adicción a la comida, algunas personas no creen que este problema sea realmente una adicción, pero es una patología crónica y degenerativa, lo que significa que será un problema para toda la vida»,dice Acsebrud.

¿La adicción a la comida se cura?

«No. La adicción a la comida no tiene cura. Muchas personas creen que el problema es el peso de más y lo que vamos aprendiendo en realidad es que el sobrepeso es solo el síntoma. El problema más profundo tiene que ver con lo vincular, con cómo nos relacionamos  con el acto de comer», dice Acsebrud.

Además, nos explicó que hay una diferenciación entre la función principal de la comida en nuestra vida y las secundarias:

Principal: Alimentarnos para darle nutrientes a nuestro cuerpo, aportarle energía y que pueda desarrollar todas sus actividades.

Secundaria: Utilizar a la comida como entretenimiento, ansiolítico, mediador emocional.

«Básicamente, la idea es que una persona que tiene este problema deberá reformular su relación con la comida, porque se ha vuelto una relación tóxica», agrega.

¿Cómo sé que tengo un problema con la comida?

«Más allá de si yo me veo más o menos gordito, existen categorizaciones ciéntificas que explican cuánto debe pesar una persona, dependiendo de su edad, estatura etc…», nos cuenta el experto.

«La primera forma de darse cuenta de que hay un problema es el exceso de peso y de ahí se deben observar las conductas asociadas (disimularlo, usar ropa oscura y holgada, incapacidad de hacer dietas). Es ahí cuando la persona debe darse cuenta de que las cosas que me parecen normales no son del todo». 

Acsebrud también menciona que es importante entender qué pasa en la cabeza de la persona afectada y qué la llevó a generar estos comportamientos con su alimentación.

¿Cuándo se tienen comportamientos obsesivos o compulsivos con la comida? ¿Qué los provoca?

«Hay muchas cosas, la obesidad es multifactorial. En general, la obesidad es causada por una hiperingesta de alimentos. Es decir, la persona consume más calorías de las que su cuerpo necesita y no las está quemando porque se mueve menos de lo que debería», asegura el experto. «Vivimos en una sociedad obesogénica, que engorda a sus miembros. ¿Por qué? Tenemos comida presente todo el día, cuestiones culturales fuertes, familiares… el problema es cuando esto enferma a las personas que conviven en esa sociedad. Está mal que comer se convierta en algo mucho más que alimentarnos». 

Además nos cuenta que con sus pacientes pretende enseñarles que la comida «es el centro de sus platos, no de sus vidas».

¿Qué hago si veo que un amigo/ familiar tiene un problema de alimentación?

Acsebrud nos dice que no creamos que la gente está mal porque quiere.

«Tal vez esa persona ha tratado de mirar hacia otro lado por tanta frustración o vergüenza. Lo mejor que uno puede hacer es decirle que hay maneras de cuidarse, esperanza para lo que les ocurre y que si hay una decisión firme de cambio se puede lograr». 

Finalmente menciona que no podemos obligar a una persona a buscar tratamiento, porque no funciona.

«Tiene que llegar al tratamiento con un convencimiento propio y una búsqueda de mejorar su situación». 

¿Qué similitudes y diferencias tiene esta adicción con otras?

«De hecho tiene todos los puntos en común con todas las demás adicciones. En ciertos comportamientos todo es idéntico, con una sola diferencia y es que es la más difícil de todas… porque en  todas las adicciones la primera regla es la abstinencia total. Sin embargo, esta adicción tiene la particularidad de que necesitamos seguir comiendo para vivir, entonces uno está volviendo una y otra vez a la comida, varias veces al día». 

El gran desafío es lograr la moderación y el autocontrol.

  1. Darse cuenta.
  2. Buscar un método para aprender a cuidarte. Que no solo te ayude a bajar de peso, sino que sea sostenible a largo plazo.
  3. Actitud positiva frente al cambio.
  4. Tener paciencia y dedicarle tiempo a estar mejor.