Trump revelará este jueves su nueva estrategia de defensa antimisiles

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desvelará el jueves la nueva estrategia de defensa antimisiles de su país, diseñada para afrontar las amenazas que representan los nuevos armamentos de Rusia, de China y también de Irán y Corea del Norte.

Trump acudirá al Pentágono donde presentará ese análisis encargado en 2017 y esperado desde hace meses, indicaron responsables estadounidenses.

Según pasajes del documento de más de 80 páginas distribuidos a la prensa, el Pentágono detalla los nuevos proyectos que quiere llevar a cabo para proteger Estados Unidos ante los nuevos misiles hipersónicos de China y Rusia.

Esos misiles, que pueden desplazarse a más de 5.000 km/h -más de cuatro veces la velocidad del sonido- y pueden maniobrar y modificar su rumbo, son casi imposibles de interceptar una vez lanzados.

Estados Unidos quiere seguir más de cerca los movimientos de esos misiles gracias a sensores especiales, modernizando herramientas que ya tiene desplegadas en el espacio, indica el documento.

El Pentágono lanzará, además, un estudio sobre la creación de un nuevo sistema de intercepción con un nuevo tipo de dron equipado con misiles, capaz de permanecer en la órbita terrestre para destruir un misil hipersónico hostil cuando alcance su apogeo en el espacio.

La nueva estrategia de defensa también tiene en cuenta los misiles balísticos que poseen dos de los mayores enemigos de Estados Unidos: Irán y Corea del Norte.

Frente a esos proyectiles, menos sofisticados que los de Rusia y China pero capaces de amenazar directamente a los aliados de Estados Unidos en Europa y en Japón, el Pentágono explora otra opción: destruirlos justo después de su lanzamiento.

Los sistemas de defensa actuales se centran en destruir los misiles mientras vuelan. Si consigue neutralizarlos cuando aún se encuentren en su fase de aceleración, Estados Unidos reforzará la defensa de sus aliados y la disuasión de los países afectados, asegura el análisis militar.

Para conseguirlo, el Pentágono estudia equipar con un nuevo tipo de misiles los cazadores furtivos F-35 que patrullen cerca de posibles lugares de lanzamiento, por ejemplo, durante un hipotético conflicto con Corea del Norte.